martes, 1 de mayo de 2012

Pongamos que hablamos de música


Tecnología disruptiva, según Clayton M. Christensen, es "aquella que, de forma inesperada, desplaza a  otra ya existente". Según Carlos Domingo, Director de Telefónica I+D, "todas las tecnologías disruptivas, que funcionan gracias a Internet, ya existen, pero sólo se implantarán si son socialmente aceptadas"

Kodak no pudo reinventarse y murió... ¿era injusto que la tecnología  avanzase hacia tener tus fotos almacenadas en el ordenador y no necesitar carretes o poderlas imprimir desde casa? Las discográficas no quieren reinventarse y, morirán... por que no han sabido adaptarse a los cambios tecnológicos o más bien, por que no quieren adaptarse tal y como lo está haciendo la sociedad. La industria discográfica acusa a Internet y la piratería de su decreciente beneficio. Sin embargo, ¿no es una señal lo que está ocurriendo? La gente no quiere comprar un disco a precios altísimos solo por un par de canciones que valen la pena. Es una cuestión de oferta y demanda: las discográficas ofrecen sus productos a un precio superior al que los consumidores están dispuestos a pagar. ¿Para que bajar los precios si somos los únicos que podemos ofrecer música? Sin embargo... Internet lo cambia todo. Música de calidad accesible al público. Y la piratería también. Música al precio que la gente está dispuesta a pagar... Entonces, los dinosaurios de la industria, lejos de aceptar que la gallina de los huevos de oro ha palmado, pretenden mantener "el orden" y todo por el bien de los artistas... ¿De los artístas? Por supuesto que no. Los derechos de autor equivalen al 4% del precio final. Parémonos a pensar entonces, quien roba a quien... 
¿Es la piratería la principal causa de los problemas de las discográficas? Según el economista David de Ugarte, no. Analizando la oferta y la demanda de discos pirata y discos oficiales, nos damos cuenta del pastel tan ridículo que le quita la piratería a las discográficas. Lo podéis comprobar en su artículo a través del enlace que os dejo aquí. 

Internet es quien cambia las reglas del juego. Como lo ha hecho en tantas otras cosas y como lo seguirá haciendo en la medida que la sociedad lo acepte. A quien le guste que se adapte y a quien no, que muera. Pero sobretodo, al que pierda, que pierda con honor y no intente manipular a base de mentiras o tachar a la sociedad de delincuentes. Entre medias, les damos la bienvenida a todos esos músicos que hoy gracias a Internet pueden darse a conocer y recuperamos obras que por no ser rentables para las discográficas, antes no podíamos encontrar y ahora en Internet, si. Es el caso de la música y ópera clásica. 


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